BMW ha dado un giro sorprendente al actualizar su icónico logotipo después de más de dos décadas sin cambios. Como era de esperar, las opiniones están divididas. En Afrika Estudio, entendemos las razones detrás del cambio, aunque también vemos mérito en algunas críticas válidas.
El logotipo de BMW ha mantenido una coherencia fundamental a lo largo de más de un siglo, experimentando solo actualizaciones periódicas en lugar de rediseños drásticos. La versión más reciente, introducida en 1997, adoptó una representación tridimensional que, en su momento, era popular pero ahora puede parecer desactualizada.
Revisemos la historia y las modificaciones anteriores de este logotipo
Particularmente, en nuestra agencia apreciamos la tendencia actual hacia diseños de logotipos más simples y planos. Un logotipo simple es más versátil, siendo reconocible en una variedad de medios y escalas. En este sentido, la actualización del logotipo de BMW es acertada. Sin embargo, la eliminación del negro del anillo exterior con las letras de BMW, haciéndolo transparente, ha generado cierta controversia.
Si bien BMW afirma que este logotipo transparente no se utilizará para la identificación de vehículos, sino para la comunicación de la marca, su implementación en al menos un automóvil plantea dudas sobre su legibilidad y necesidad. La idea de tener un logotipo para la comunicación de la marca y otro para las insignias físicas sugiere una falta de cohesión en el diseño y en la interpretación de la marca para solucionar este problema.
Aplicación del nuevo Logotipo sobre un vehículo
BMW justifica el cambio como una forma de asociar la marca con apertura y claridad. Sin embargo, la falta de las letras en el logotipo puede socavar la identificación instantánea de la marca. Eliminar las letras del logotipo podría ser una solución simple y efectiva, ya que el símbolo de BMW se ha arraigado lo suficiente en la conciencia pública como para no necesitar más explicaciones.
En última instancia, para que el cambio realmente funcione, BMW podría considerar deshacerse de las letras por completo. El símbolo de BMW, con su redondel azul y blanco, es tan icónico que las letras pueden ser superfluas. Esta simplificación permitiría que el logotipo se destile a su esencia y se mantenga poderoso, tanto en las comunicaciones digitales como en las insignias físicas.